Oct 28, 1:52 PM EDT - MONTREAL (AP) -- La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) detalló graves problemas con la gestión del control antidopaje en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, señalando que lo único que salvó al sistema del colapso fue la "enorme ingenio y buena voluntad" de algunos empleados clave.
Los problemas logísticos que complicaron el proceso de análisis durante los Juegos de agosto eran "previsibles y del todo evitables", señaló la AMA en un reporte de 55 páginas firmado por su equipo independiente de investigadores, dirigido por el abogado británico Jonathan Taylor.
El reporte enumeraba problemas como días en los que sólo pudieron recogerse la mitad de las muestras de fuera de competición en la villa olímpica, y atribuía las complicaciones a la falta de coordinación, recortes de presupuesto, tensiones entre el comité organizador y la agencia antidopaje brasileña, así como a una formación inadecuada del personal.
"En definitiva, muchos atletas buscados para pruebas en la villa olímpica simplemente no pudieron ser localizados y la misión tuvo que abortarse", dijo el informe. "Algunos días, hasta el 50% de las pruebas previstas se abortó por este motivo".
El proceso de recogida de muestras en la villa estaba tan sobrepasado que estuvo "cerca del punto de colapso", indicó el reporte, publicado el jueves por la agencia con sede en Montreal.
"Al final, si el proceso no se derrumbó en su totalidad fue sólo debido al enorme ingenio y buena voluntad de algunos empleados clave del control antidopaje que trabajaban en los Juegos", indicó el texto. "Gracias a su iniciativa, tenacidad y profesionalismo ante grandes dificultades, los muchos problemas identificados antes se salvaron y la recogida de muestras se hizo de un modo que garantizaba la identidad e integridad de las muestras".
En otro fallo clave, el reporte señaló que no se realizó ningún análisis fuera de competición a los jugadores de fútbol y en algunos deportes de alto riesgo como la halterofilia hubo "poco o ningún análisis de sangre en la competición".
En un comunicado enviado a The Associated Press, los organizadores de Río 2016 aceptaron cierta responsabilidad por las fallas en los controles, pero también culparon al gobierno brasileño.
"Debimos haber sido más eficientes en salvaguardar el acceso a las zonas de control antidopaje en algunas sedes", dijo el vocero de Río, Mario Andrada. "Sin embargo, la mayoría de los hallazgos del informe tienen que ver con problemas operaciones o de equipo en el laboratorio, que es responsabilidad del gobierno federal y el ministerio de deporte".
El dopaje acaparó muchos titulares en los meses previos a los Juegos Olímpicos, con acusaciones de dopaje auspiciado por el estado en Rusia que llevaron a sanciones contra algunos atletas rusos y la repetición de las pruebas a 840 muestras de los Juegos de 2008 y 2012, que supusieron vetos para docenas de atletas de cara a los Juegos en Brasil.
Durante los Juegos, siete deportistas de cuatro deportes -halterofilia, ciclismo, natación y pista y campo- fueron sancionados por dopaje.
El papel del equipo de inspectores es ayudar a inspirar confianza en la calidad, eficacia y fiabilidad del programa antidopaje de los Juegos, así como hacer recomendaciones de mejoras, dijo la AMA.
El informe muestra "que la integridad del programa se garantizó pese a algunos desafíos que tuvo que superar el comité organizador... como la falta de recursos y de voluntarios y personal formado", dijo Richard Budgett, director médico del Comité Olímpico Internacional.
El COI analizará las recomendaciones del reporte y las pasará a un nuevo organismo independiente de análisis que se está fundando para los Juegos de Invierno de 2018 en Pyeongchang, Corea del Sur.
Muchas de las recomendaciones estaban relacionadas con la formación y el trato a los voluntarios, la atención adecuada a los listados y protocolo, más tiempo para los responsables de controles antidopaje en las sedes y mejores logísticas y equipamiento para localizar a los deportistas para pruebas fuera de competición.
La mala planificación, los problemas de transporte y una falta de acompañantes supusieron una tasa de ausencias mayor de la prevista, lo que se sumaba a la carga de trabajo de los responsables de controles antidopaje y otros delegados.
Durante los juegos se hicieron pruebas a 3.237 atletas de 137 países, lo que supone el 28,6% de los 11.303 deportistas que participaron. De ellos, 2,611, o el 23,1%, fueron analizados una vez, 527 pasaron dos controles, 81 pasaron por tres pruebas y uno fue analizado en seis ocasiones.
Los problemas que sufrió el personal responsable del sistema antidopaje hicieron que "no se aprovechara toda la capacidad analítica, lo que resulta decepcionante dado que se contaba con el equipo más moderno y los mejores expertos del mundo", afirmó el reporte.AMA