RÍO DE JANEIRO (Reuters) - Mijaín López ganó el lunes la medalla de oro en la categoría de 130 kilos de lucha grecorromana de los Juegos de Río de Janeiro para consagrarse tricampeón olímpico tras las coronas obtenidas en Pekín 2008 y Londres 2012.
López, de 33 años y cinco veces campeón del mundo, superó en el combate final al turco Riza Kayaalp para meterse en el panteón de los deportistas olímpicos más exitosos de Cuba.
Con esta victoria el luchador, abanderado de la delegación de la isla en la ceremonia de apertura, emula les éxitos de las leyendas del boxeo Félix Savón y Teófilo Stevenson y del equipo femenino de voleibol.
También igualó el récord del ruso Aleksandr Karelin, una leyenda de la lucha grecorromana.
López celebró con un baile en el medio de la tarima, para deleite de los aficionados cubanos y brasileños.
"El baile me vino naturalmente", dijo López momentos después. "¡Brasil es Brasil y en Brasil tienes que bailar!", agregó.
El cubano se llevó el oro en una dominante victoria 6-0 sobre Kayaalp, el campeón del mundo, para emular la hazaña de Karelin, que ganó el título en los Juegos de 1988, 1992 y 1996.
"Estoy tan orgulloso de alcanzar el mismo nivel del gran Karelin, es un tremendo honor", dijo López, de 33 años.
Al ser consultado quién sería ahora un desafío para él, López dijo que "mi única competencia ahora es contra la leyenda (de Karelin)".
López también ganó cinco campeonatos mundiales y tres medallas de plata, consolidando su estatus como una leyenda deportiva en Cuba.
La delegación de la isla había sumado el domingo su primer oro en Río a través de Ismael Borrero Molina, quien se impuso en la categoría de 59 kilos. Además, la delegación de la isla suma una plata en judo y tres bronces en boxeo.
Las medallas de bronce de la categoría fueron para el azerbaiyano Sabah Shariati y el ruso Sergey Semenov.
En los 85 kilos, el oro fue para el ruso Davit Chakvetadze, quien superó al favorito ucraniano Zhan Beleniuk, actual campeón del mundo.
Las preseas de bronce quedaron en manos del bielorruso Javid Hamzatov y el alemán Denis Kudla. Reuters