RIO DE JANEIRO (AP) -- Después de cumplir una larga sanción por indisciplina, Robeisy Ramírez le respondió el sábado a Cuba con su segunda medalla de oro en el boxeo de los Juegos Olímpicos, y contribuyó a que la isla superase ligeramente su cosecha dorada de hace cuatro años.
Último en conseguir su pasaje a Río de Janeiro, Ramírez se impuso en una final vibrante de pesos gallos a Shakur Stevenson, la gran promesa estadounidense de 19 años.
Con apenas 22 años, Ramírez sumó su segundo título olímpico, después de ganar el oro hace cuatro años en Londres en la categoría mosca.
A su segunda consagración en la arena de Riocentro, le siguió la victoria de su compatriota Arlen López sobre el uzbeco Bektemir Melikuziev en la final de los pesos medios, con la que Cuba cerró su participación en Río de Janeiro con tres preseas doradas e igual número de bronces.
Cuba trajo a pugilistas para las 10 divisiones del boxeo de hombres y con el objetivo de superar lo alcanzado en Londres. Y terminó sumando una más, aunque vio sucumbir a un campeón olímpico de Londres y dos monarcas mundiales.
El otro oro de Cuba fue de Julio César La Cruz en los semipesados.
Pero de los tres oros, el de Ramírez fue el que acaparó de lejos la mayor atención y los reflectores, entre otras cosas por el fuerte saludo que le dio tras una pelea en las preliminares el famoso y multimillonario monarca retirado Floyd Mayweather Jr. Ambos se tomaron varias fotos.
Y por su regreso imparable después del castigo que recibió de las autoridades deportivas de su país. El organismo regente del boxeo de la isla le impuso una sanción que lo privó del ring por un año debido a actos de indisciplina.
"Eso me ayudó a madurar", dijo Ramírez tras recibir el oro, que ganó con sudor y una decisión divida (2-1) de los jueces.
Ramírez buscó la pelea desde el campanazo inicial y le ganó claramente el primer asalto al joven estadounidense, pero perdió el segundo. En el decisivo, ambos intercambiaron buenos golpes y el isleño, en el calor de la refriega, hasta lo llamó a boxear golpeándose el pecho.
Las autoridades del boxeo cubano ensalzaron después el estilo y la actitud de Ramírez, e incluso consideraron que a varios de los que fueron eliminados en Río les faltó la confianza del oriundo de Cienfuegos.
"Es un boxeador que tiene mente fría", dijo el entrenador jefe del equipo de boxeo cubano, Rolando Acebal. "Si ustedes lo hubiesen visto antes de subir, no lo hubieran creído: parecía que iba para una fiesta".
"Esas son cosas que les faltaron algunos otros y que, incluso, llegaron con más preparación", agregó.
Para Acebal, la sanción ayudó al ahora bicampeón olímpico a prepararse mejor.
"Él puede llegar más lejos, si mejora su conducta, la forma de proyectarse", consideró.
Ramírez tiene una razón adicional para portarse mejor fuera del ring: su hija Renata, de tres años.