Es algo más que la oportunidad de ganar la medalla olímpica de oro y de saldar la única deuda que tiene el fútbol brasileño. La final del sábado entre Brasil y Alemania, el evento de los Juegos Olímpicos de Rio 2016 más esperado por los brasileños, puede representar el inicio de la redención o agregar una nueva mancha a los inventores del jogo bonito.
Los brasileños tienen fresco en la memoria el humillante revés 7-1 ante Alemania precisamente en las semifinales de la Copa Mundial del 2014, jugada en Brasil, que agravó una crisis de identidad que se viene forjando desde hace un par de décadas.
Estados Unidos, mientras tanto, enfrentará a España en busca de su sexta medalla de oro consecutiva en el básquetbol femenino y Cuba procurará dos preseas doradas en boxeo.
El momento más esperado
Brasil no gana un Mundial de fútbol desde el 2002 y una Copa América desde el 2007. No solo no ha cosechado trofeos sino que ha perdido su estilo de juego, anteponiendo la marca a la creación que fuera su sello distintivo.
Esa crisis de identidad hace que sea más urgente la conquista del primer título Olímpico, el único trofeo que el pentacampeón mundial no ha ganado.
El destino quiso que el rival en la final fuese Alemania, lo que le da otra dimensión al encuentro. Para los brasileños, esta es la oportunidad no solo de conquistar el ansiado primer oro olímpico sino de vengar en parte la paliza sufrida en el Mundial de hace dos años en casa. Por ello se espera que el estadio Maracaná esté atiborrado.
A quienes se preguntan si el equipo no cederá ante la presión, como hizo la selección mayor en el último Mundial, Neymar les responde: "No hay nada como jugar en casa y tener la oportunidad de ganar algo sobre lo que hemos soñado por tanto tiempo".
El equipo verdeamarelo tuvo un arranque flojo, fue levantando su nivel partido a partido y viene de golear 6-0 a Honduras en las semifinales, jugando el fútbol alegre que quiere su torcida. Habrá que ver si los alemanes resultan presa tan fácil de la selección encabezada por Neymar.
Honduras, por su parte, irá por el bronce ante Nigeria, la víctima de Alemania en las semifinales.
Dominio de EEUU en baloncesto femenino
ÇEl único interrogante de la final de básquet femenino es qué impacto tendría en Estados Unidos una eventual ausencia de Sue Bird, lesionada en un tobillo en los cuartos de final y quien no estuvo en las semifinales.
Con ella en la alineación, las norteamericanas les ganaron por 40 puntos a las españolas en la fase preliminar. Y es previsible que, si no juega, también triunfen, tal vez por un margen menor.
Bird se entrenó el viernes, de modo que su presencia no está descartada.
Las estadounidenses han ganado sus primeros siete partidos por una diferencia promedio de 40 puntos, anotando un promedio de más de 100 puntos por encuentro.
Cuba, protagonista en boxeo
Robeisy Ramírez y Arlen López intentarán darle a Cuba su segunda y tercera medallas de oro en boxeo.
Luego de un período de declive derivado de numerosas deserciones, Cuba está volviendo lentamente a los primeros planos en el boxeo olímpico. Ganó dos oros en Londres 2012 y ahora podría llevarse tres.
El gallo (56 kilos) Ramírez enfrentará al estadounidense Shakur Stevenson y el mediano (75) López se medirá con el uzbeco Bektemir Melikuziev. A los dos isleños se les da posibilidades de victoria.
El primer oro cubano en boxeo lo cosechó el mediopesado (81) Julio César La Cruz.
Clavados, voleibol...
Serbia jugará dos finales de deportes por equipos, la de vóleibol femenino (ante China) y la de waterpolo (contra Croacia).
Además, los mexicanos Iván García (4to en la clasificación) y Germán Sánchez tratarán de subir al podio en la plataforma de 10 metros de los clavados. El puertorriqueño Rafael Quintero también se clasificó a semifinales.
Por su parte, la mexicana Daniela Campuzzano llega a la jornada final de mountain bike en la 13ra posición, mientras que la surcoreana Park busca el oro en el golf de mujeres. Le lleva dos golpes a la neozelandesa Lydia Ko y a la estadounidense Gerina Piller y tres a la china Sanshan Feng.
Este sábado también se repartirán las medallas de oro del pentatlón moderno, el triatlón femenino y siete de atletismo, incluidas las de los 10.000 metros masculinos, en la que el británico Mo Farah va por su segundo doblete seguido en los 5.000 y los 10.000, y la de los 800 femeninos, que tienen como favorita a la sudafricana Caster Semenya, la corredora que simboliza la controversia en torno a las atletas con niveles elevados de testosterona.
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