RIO DE JANEIRO (AP) -- Tras una jornada lluviosa el viernes, el sol brilló radiante el sábado en Río, a modo de saludo del rey de la velocidad, Usain Bolt, quien se clasificó sin problemas a la semifinal de los 100 metros en la segunda jornada del atletismo en los Juegos Olímpicos.
Ya caída la noche, una nueva reina se coronó en esa misma distancia, cuando la también jamaiquina Elaine Thompson ganó por delante de la estadounidense Tori Bowie y de Shelley-Ann Fraser-Pryce en una vibrante final.
Entre tanto, los focos fueron momentáneamente para el mediofondista británico Mo Farah, quien aspira como Bolt a repetir éxitos, en su caso en las distancias de 5.000 y 10.000 metros; está última culminada con susto y éxito tras una autoritaria escapada en la pista azul de Río.
Pero, como siempre, la máxima atención la acaparó el hombre conocido como el rayo de Jamaica.
A punto de cumplir los 30 años, Bolt se impuso en la séptima serie de la ronda clasificatoria con un discreto tiempo de 10.07 segundos, el cuarto mejor en el global y muy por debajo de su récord del mundo de 9.58, logrado hace ya siete años en el mundial de Berlín.
Como es habitual, el jamaiquino salió mal, pero tardó poco en tomar impulso y colocarse primero, liderando el segundo tramo de carrera hasta cruzar la meta el primero, sin excesivo esfuerzo por delante del británico Andrew Fisher.
"Me siento feliz y contento. Ya me he quitado la primera carrera de en medio, ya ahora solo se trata de ejecutar y hacer lo correcto en la final", declaró Bolt.
Justin Gatlin, el otro favorito en la prueba reina de la velocidad, salió mejor y volvió a exhibir su depurada técnica para firmar el mejor crono de 10.01 en la segunda serie de la mañana.
"Me siento bien. Creo que tendré que correr un poco más rápido para ganar el oro", dijo Gatlin.
El estadounidense de 34 años, campeón olímpico en Atenas 2004, pareció llegar al pasado mundial de Beijing con opciones de destronar a Bolt en los 100 metros, pero el jamaiquino se impuso finalmente y ahora en Río quiere abrillantar aún más su palmarés con su tercera victoria consecutiva. Pero no solo en los 100 metros, pues aspira también a tres tripletes dorados seguidos, juntando las pruebas de 200 y relevos de 4x100, en que también se coronó consecutivamente.
Mientras, Farah ya tiene uno de los dos oros que se había propuesto conquistar en Río. El británico, prodigio de potencia y resistencia, acabó imponiéndose en una carrera no exenta de incidencias, pues tropezó a falta de 15 vueltas para la meta, y sin embargo encontró la fuerza necesaria para dejar atrás al keniano Paul Kipngetich Tanui, medalla de plata, y el etíope Tamirat Tola, eventual bronce.
"Cuando caí pensé que estaba todo perdido, pero me levanté, pensé en mi familia y me emocioné. No iba a dejar que se me escapara tan fácil", declaró Farah.
Thompson, por su parte, voló en unos 100 metros femeninos muy competidos, especialmente hasta el segundo tramo de carrera, en que sacó gran parte de los 0.12 segundos de distancia sobre Bowie, mientras que Fraser-Pryce no logró sostener su gran arranque y bastante hizo con arañar el bronce.
La primera medalla de oro de la jornada cayó sorpresivamente para el alemán Cristoph Harting en el lanzamiento de disco, en que derrotó al polaco Piotr Malachowski, considerado el claro favorito. Daniel Jasinski, también germano, copó el podio en tercer lugar.
La belga Nafissatou Thiam destronó a Jessica Ennis-Hill en heptatlón femenino, acumulando 6810 puntos, 35 más que la británica. El tercer lugar fue para Brianne Theisen Eaton.
La final de salto de longitud tuvo suspense hasta la última ronda, en que se impuso el estadounidense Jeff Henderson con marca de 8,38 metros, solo un centímetro más que el sudafricano Luvo Manyonga, quien debió contentarse con el segundo lugar del podio. Greg Rutherford, de Gran Bretaña, fue tercero, y Emiliano Lara consiguió la mejor clasificación de la historia para un uruguayo al acabar sexto.
Todavía no hay nada decidido en el triple salto femenino, pero la colombiana Catherine Ibargüen y la venezolana Yulimar Silva prometen librar un duelo apasionante en la final del domingo.
La actual campeona del mundo Ibargüen, de 32 años, apenas necesitó un salto de 14,52 metros para clasificar directa en el arranque de la jornada mientras que la emergente Rojas, de 20, realizó tres intentos y pasó con la séptima mejor marca de 14,21. Paravskevi Papahristou, de Grecia, y la kazaja Olga Rypakova siguieron la estela de Ibargüen y también se postulan como firmes candidatas a medalla.
El dominicano Luguelín Santos y el costarricense Nery Brenes quedaron fuera de la final en los 400 metros, lo mismo que el puertorriqueño Andrés Arroyo en los 800. News from The Associated Press