(ANSA) - RIO DE JANEIRO, 13 AGO - La atleta etíope recibió un merecido "premio" a su espíritu olímpico tras completar las últimas dos vueltas y media de las eliminatorias en los 3.000 metros con obstáculos con un pie descalzo.
Diro que perdió el calzado de su pie derecho cuando encabezaba el pelotón, intentó en vano volver a calzarse y completó la prueba tras quitarse también la media, pero terminó séptima y quedó fuera de la final.
Su gesto, respaldado por el público del estadio Engenhao que la ovacionó cuando completó la prueba, derivó en un reclamo de la delegación etíope, respaldado por las de Irlanda y Jamaica y que llevó a las autoridades a darle el pase a la definición.
Un final feliz para una historia que comenzó mal para la fondista que había cruzado la meta sin poder contener el llanto, producto de la desilusión y también del dolor que le generó completar la prueba en esas condiciones.
A tal punto que cuando finalizó la batería clasificatoria, los voluntarios le acercaron una silla de ruedas, que rechazó para dejar la pista renguenando, llorando y ayudada por dos asistentes.
Finalmente, la émula de su compatriota Abebe Bikila, aquel que ganó la maratón con los pies descalzos en los Juegos Olímpicos de Roma en 1960, tuvo un premio merecido y podrá competir por el oro, aunque ya se ganó la medalla al mérito.
(ANSA).
