Río de Janeiro, 18 de agosto, 2016. Fue en la última regata, pero la vela mantuvo la tradición y regaló una medalla a Brasil en los Juegos Olímpicos. Además, de oro. Campeones mundiales en 2014, Martine Grael y Kahena Kunze ganaron la regata de medalla de clase 49er Fx, que debutó en las Olimpiadas, y conquistaron el título de la última competencia del deporte en los Juegos de Río 2016.
El barco de las brasileñas era uno de los tres líderes de la clase antes del comienzo de la regata de medalla, junto con el de las españolas Tamara Dominguez y Berta Moro y el de las danesas Katja Salskov-Iversen y Jean Hansen.
Con una estrategia perfecta, al pasar los tres primeros flotadores se encontraron en tercer lugar, consiguieron liderar en la parte final de las regatas, se defendieron de los ataques de las neozelandesas Molly Meech y Alex Maloney y cruzaron la línea de meta primeras, a 21 min 21 s, solo dos segundos antes del barco de Oceanía.
El último día de regatas en Marina da Glória también decidió los campeones en otras tres clases. En la de 49er, el oro llegó a los neozelandeses Peter Burling y Blair Tuke, que terminaron con solo 35 puntos perdidos, delante de los australianos Iain Jensen y Nathan Outteridge (78) y de los alemanes Thomas Ploessel y Erik Heil (85).
En la de 470 masculino, los croatas Igor Marenic y Sime Fantela fueron los campeones, con 43 puntos perdidos. Ryan Will y Matthew Belcher, de Australia, perdieron 58 puntos, así como los griegos Pavlos Kagialis y Panagiotis Mantis, pero se quedaron con la plata por haber obtenido una posición mejor en la regata de medalla.
En la de 470 femenina, las británicas Saskia Clark y Hannah Mills, que perdieron solo 44 puntos, ocuparon la cima del podio. Polly Powrie y Jo Aleh, de Nueva Zelanda, se quedaron con la plata con 54 puntos perdidos y las francesas Helene Defrance y Camille Lecointre ganaron el bronce con 62.
De tal manera, las brasileñas acabaron la competencia con 48 puntos perdidos. La plata acabó en las manos de las neozelandesas, con 51, y el bronce para las danesas, con 54. La conquista fue aplaudida por centenas de aficionados que asistieron a las pruebas desde la playa de Flamengo.
Fue la 18ª medalla de regata brasileña en la historia de los Juegos Olímpicos y la séptima de oro, consolidando el deporte como líder de conquistas en el deporte nacional. Desde Atlanta 1996, el deporte siempre gana al menos una medalla. Cinco de estas fueron conquistadas por Torbe Grael, padre de Martine, y dos por Lars Grael, tío de la regatista.