RIO DE JANEIRO (AP) -- Fue un final con lágrimas. No el que habrían deseado Manu Ginóbili y la generación dorada del básquetbol argentino.
Argentina y los remanentes de una camada que encumbró al equipo albiceleste a la cima del básquetbol mundial se despidieron el miércoles de los juegos olímpicos con una abultada derrota 105-78 ante Estados Unidos en cuartos de final, en lo que fue el último encuentro de Ginóbili y Andrés Nocioni con la selección. Luis Scola y Carlos Delfino aún seguirán pero se ve difícil que lleguen a los siguientes Juegos de Tokio en 2020, al menos en buena forma.
"Tenía bastante digerido el tema (del retiro), el próximo Mundial está a tres años y tendría 42, sé que lo mismo dije después de Londres pero ahora es definitivamente otra cosa", dijo Ginóbili. "Los Juegos Olímpicos son especiales, quería vivirlos de nuevo y lo pude hacer. Fue como un regalito, un gustito que me pude dar, hacerlo a esta edad y jugarlo entero y sano fue especial".
Esos cuatro jugadores junto a otros que ya se retiraron, consiguieron el 27 de agosto de 2004 logró una de las más improbables victoria en la historia de los Juegos Olímpicos al derrotar a Estados Unidos en semifinales en Atenas.
Se trata sin duda de uno de los momentos mágicos en la historia del deporte argentino, equiparable con las proezas de Diego Armando Maradona en el Mundial de México 1986 o con los cinco títulos de Juan Manuel Fangio en los albores de la Fórmula Uno.
Pero el peso de los años se notó en los laureados basquetbolistas, quienes dieron batalla por un cuarto, pero finalmente sucumbieron ante la potencia y la juventud de los estadounidenses.
"Llegamos a cuatros Juegos Olímpicos, es algo increíble y por ahí la gente no se da cuenta del valor que tiene el haber dominado a Estados Unidos por años, el haber conseguido las medallas en olímpicos y mundiales en básquetbol para un país futbolero", dijo Nocioni, quien al igual que Ginóbili jugó su último partido con Argentina.
"Duele pero hay que dejar paso a todos los chicos, mi puesto está bien cubierto y no creo que se sienta tanto, espero que tengan la suerte del mundo pero este fue mi último partido. Estuve en cuatro olimpiadas, es algo que fue increíble y seguramente un día hablaré de esto como si fuera un cuento, no nos damos cuenta porque lo hemos vivido y lo estamos viviendo pero ya no que lo vivamos nos daremos cuenta de la dimensión".
Ginóbili, Scola y Nocioni encabezaron el plantel que cosechó éxitos durante 14 años, a partir del Mundial de Indianápolis del 2002, en que comenzó a cobrar notoriedad al dejar fuera al anfitrión Estados Unidos, algo que volvió a hacer dos años más tarde en Atenas.
El mismo equipo consiguió un bronce en Beijing 2008. Cuatro años después, en Londres, cayó ante Rusia en el partido por la medalla de bronce.
En Río el equipo dio un partido memorable ante Brasil, que se fue al doble tiempo extra. Nocioni explotó para anotar 37 puntos en ese duelo. Scola y Ginóbili tuvieron actuaciones destacadas, pero un n revés ante España en la última fecha de la fase de grupos los mandó a enfrentar al rival que nadie quiere ver: Estados Unidos.
Ginóbili salió de la cancha con menos de dos minutos en el partido y llorando le dio un abrazo a cada uno de sus compañeros porque sabía que fue el fin para él. No obstante, tuvo que volver a la cancha porque uno de los árbitros le regaló la pelota del partido.
"No quería que fuera tan distinto, quería que pasara desapercibido, pero el mundo conspiró, me hicieron volver a la cancha y lo hicieron que fuera emotivo. Con el afecto de la gente fue imposible contener la cordura y la serenidad", agregó Ginóbili. "Siempre que se cierra un ciclo por el que se gozó como nadie y se sufrió como pocos, es algo emotivo, es inevitable. Lo más importante es que me sentí útil, no vine de adorno".
En el recambio generacional, a la Argentina le espera un futuro incierto. Facundo Campazzo ha mostrado chispazos y parece destinado a ser el líder del futuro equipo, pero por ahora no hay figuras sólidas.
"Muchos jugadores se han retirado y esto sigue, sé que les encanta hablar del final de la generación dorada, pero esa dejó de existir hace años ya muchos jugadores se fueron y el básquetbol siguió. Yo seguiré jugando y un día no lo haré más", dijo Scola. "Hemos perdido jugadores a lo largo del camino y perderemos más, yo acabo de terminar mis cuartos Juegos Olímpicos y ha habido muchas cosas en medio, si lo piensas tiene algo de cinematográfico".